La aurora es mi testigo de verme en mis caminos
y ahora que no estoy,
me pregunto,
¿qué será de mi?
No me acuerdo de amarme ayer.
Ni me prometí amarme mañana.
Solo sé amarme hoy.
profundo en la tierra,
no se llorar
ni verme andar.
mi lápida me nombra
la grama la acompaña
y lo oscuro eterno.
y, en las memorias de los que caminan,
caminaron y caminaran,
no estaré.
que piensas con claridad
y caminas en tu soledad,
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